De hace varios días he sentido la necesidad de escribir, de decir, de gritar, de desahogarme. Por fin he dado el paso. Lo que me tiene atorada e impotente es ver como en esta República Dominicana amada y querida, se violan los derechos de las personas como "cosa normalita". Y peor aun, sin sorpresa, ni indignación.
Primero por lo del "senador" de San Pedro de Macoris, Alejandro Williams, que cada vez que lo veo admitir descaradamente que contrató a dos "investigadores" para acosar, interrogar, perseguir a periodistas dominicanas, que por demás están cumpliendo con su labor, eso me pone !uuurrrrrrrrr!
Contrario a el, que ni siquiera asiste al senado.
Pero señor senador por donde usted debería empezar a investigar es por sus propios negocios. Quien no la debe, no la teme. Dirijase al Medicaid y averigüe porque lo investigan, vaya a la raíz del asunto, si es que se atreve.
La verdad, la fuente, el periodismo serio y responsable es sagrado. Y la gente como usted debería respetar un poco mas la democracia, que en base a tanta sangre se ha casi logrado.
Y lo mas, mas, mas, es que aun los colegas senadores buscan excusas para permitirle seguir en su "función" de legislador por una provincia huerfana de senador, desde que Williams fue elegido. Ni siquiera ha bastado que es un senador a distancia.
Otra cosa que me tiene indignada, y que tiene igual magnitud de sorpresa, aunque menor grado de fama, pues esta es una de las tantas vergonzosas situaciones anónimas que a diario nos suceden a los dominicanos-as.
Resulta que a un amigo le robaron los espejos de su Jeepeta de un dealer en el que estaba en venta. Se supone que hay un vigilante en las noches, éste no vio nada, no escucho nada, en fin estaba durmiendo.
Al cabo de varias horas de mucho averiguar tuvo que recurrir a los mas vil, bajo y descarado que puede existir: Pagarle a unos policías de la zona para que recuperaran los espejos donde los ladrones. Y por este "servicio" tuvo que pagar 4,000 pesos a los policías.
!!!!Se imaginan!!! en manos de quien estamos? Los policías saben quienes son los ladrones, donde están y encima tienen un negociaso.
Creo que evidentemente, no solo nuestras instituciones están podridas, sino que la conciencia, la ética, la sensibilidad humana, la seriedad, y muchos etc, etc, etc, son valores que se han perdido, y que lamentablemente las autoridades no se esfuerzan en que los recobremos.
ayyyyyyyyyyy!!!! tuve que gritar...lo siento
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